El Flujo de Recibir en Vuestra Vida
Pamela canaliza a la Tierra
www.jeshua.net
Pamela canaliza a la Tierra
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Queridos hombres y mujeres:
Soy la Tierra quien habla. Los saludo desde mi
corazón, un corazón que late dentro de ustedes. Yo fluyo a través de vuestro
cuerpo y estoy con ustedes, y quiero apoyarlos y darles lo que necesiten.
Ustedes están conectados conmigo en y a través de vuestro cuerpo y yo
continuamente les envío señales como una invitación. Escúchenme “ les estoy
hablando a través de vuestro cuerpo. Ahora tómense un momento de descanso y
relajación para que puedan sentir mi presencia en ustedes.
Vuestra conciencia es Luz, y pueden imaginarla como
una especie de haz. Este eje de Luz puede enfocarse de varias maneras para
permitir que la Luz resplandezca. Vuestra conciencia es una concentración de
conciencia que es neutral en sí misma, porque en ella no hay proceso de
pensamiento, en el sentido de juzgar u ordenar. Es un modo más objetivo y
neutral de ser, y ustedes son esa conciencia.
Esa conciencia ha descendido dentro del cuerpo que
ustedes tienen ahora, aquél a través del cual viven en este momento. Llenen
vuestro cuerpo con vuestra conciencia, comenzando con vuestros pies. Dejen que
vuestra atención fluya a través de vuestros pies, sin ningún motivo o
expectativa. Para vuestros pies es maravillosa esa atención; ellos se bañan en
vuestra conciencia. Sientan la luz fluir a lo largo de la planta de vuestros
pies y a través de vuestros talones y los dedos de los pies. Sientan como la
Luz los relaja. Dejen que viaje hacia arriba a medida que ustedes enfocan
vuestra atención en vuestros tobillos, vuestras pantorrillas y rodillas, y
arriba a través de vuestros muslos hacia vuestra cadera y pelvis. Y permitan
que la Luz fluya dentro del área de vuestro abdomen. Tómense su tiempo para
hacer esto, para que realmente se sientan anclados en vuestro cuerpo. Sientan
la Luz de vuestra conciencia fluir en suaves corrientes, ondulando a través de
vuestras piernas y vuestro abdomen. Sientan como vuestra mente se detiene, y
sean totalmente conscientes de que ustedes son conciencia “ ustedes son
Luz.
Si hay pensamientos, dense cuenta de ellos del mismo
modo en que se darían cuenta de los sonidos externos, tal como el ladrido de un
perro afuera. Ustedes no son el ladrido de un perro y ustedes no son vuestros
pensamientos. Ustedes son la conciencia que está consciente. Sientan el espacio
abierto que es vuestra conciencia. Ustedes son ese espacio, el espacio entre
vuestros pensamientos, entre las muchas sensaciones y estímulos en vuestra
cabeza y en vuestro cuerpo. Sientan cuán libre es esta conciencia. Observa
todas estas sensaciones y lúdicamente interactúa con ellas. Cuando vuestra Luz
es tan casual y libre, cuando se conecta con apertura con vuestro cuerpo,
vuestra parte de la Tierra es nutrida. Ésta es la Luz más sanadora que jamás puedan
recibir, la Luz de vuestra propia alma, de vuestra propia conciencia. La Luz
tiene poder sanador, entonces permítanle que fluya a un lugar en vuestro cuerpo
donde hayan acumulado tensión, el lugar que ustedes reconozcan como un punto
vulnerable en vuestro cuerpo. Nuevamente, sin ningún juzgamiento y muy
objetivamente, dejen que la Luz fluya hacia ahí. Así es como se recupera el
equilibrio.
Hoy quiero hablar acerca del flujo de recibir en
vuestra vida. La forma más profunda de recibir es aceptarse como uno es.
Con la Luz que está en ustedes, ustedes observan vuestra humanidad, vuestros
sentimientos, vuestras emociones, vuestros miedos o vuestra terquedad. Los
rodean con vuestra Luz apacible y objetiva. Sólo entonces ustedes crean el
lecho fértil que se necesita para recibir. El deseo más profundo en un ser
humano es ser abrazado, ser visto amorosamente, ser reconocido, ser acogido en
los brazos de una madre amorosa incondicional. Eso da seguridad y tranquilidad.
En esa seguridad, en ese reposo reparador, ustedes comienzan a irradiar. Son
quienes son, naturalmente, como una flor que emerge desde el brote. Cuando su
lecho es fértil, la flor surge y comienza a florecer naturalmente con su propio
resplandor.
Está destinado a que sea en esta vida cuando comiencen
a sentir ese amor incondicional por ustedes mismos. Éste es un gran desafío
porque en los seres humanos vive una tendencia arraigada a buscar amor fuera de
ellos mismos. Ustedes tratan de nutrirse por medio de energías externas, para
así sentirse satisfechos, sentirse abrazados y pertenecer. Pero vuestro
camino es uno diferente.
Vuestro mandato más profundo y sagrado es aceptarse
a ustedes mismos a pesar de todas las influencias externas, a abrazarse con esa
Luz amorosa que ustedes son. Y eso incluye aquellas capas profundas y oscuras
que ustedes más bien esconderían y que no quieren experimentar. El instrumento
con el que pueden amarse, aceptarse y abrazarse ya está dentro de ustedes. Es
la Luz de la que hablé antes, la conciencia que ustedes son. Siéntanla
por un momento profundo en vuestro abdomen. Es una Luz que está más allá de
este mundo, y no está ligada al tiempo y al espacio o la forma. Es una Luz
eterna que es completamente vuestra y única. Sientan vuestra propia Luz.
Ustedes han permitido que la Luz de vuestra
conciencia circule a través de vuestras piernas y dentro del área de la pelvis
y el abdomen. Ahora les pido que lleven la Luz más arriba, al área de vuestro
plexo solar, el cual corre a través de vuestro estómago. Permitan que la Luz
fluya por aquí muy calmada y objetivamente. El plexo solar es un centro muy
importante. Hace unos días hablé acerca de cómo ustedes están actuando como un
intermediario entre el poder del Cielo y el de la Tierra, entre el flujo de
vuestra alma y el de vuestro cuerpo. Vuestro plexo solar literalmente es el
centro de esa interacción. De una manera, es el mediador.
La personalidad terrenal que ustedes son encuentra
aquí sus cimientos.
Quisiera hablarles acerca de esa personalidad
terrenal. En un sentido, la personalidad terrenal es una especie de navegante
que tiene que tratar con muchas influencias diferentes, y quien tiene que
integrar, de un modo equilibrado, la inspiración que viene de arriba, del alma,
con las fuerzas emocionales del niño interior. El cuerpo terrenal tiene que
asimilar todo eso junto con las influencias externas: las personas, las
situaciones, los desafíos.
La última vez que hablé, discutí sobre las dos
clases de influencias que pueden hacerles perder el equilibrio y causarles un
trastorno. Una era el miedo y la otra era el control, el deseo de manipular. Si
ahora observan el centro del plexo solar pueden imaginar que éste es el asiento
del ego, la parte de ustedes que debe mediar entre todas estas influencias y
flujos y tomar medidas en este mundo del tiempo y del espacio, de la forma
material. Yo no veo al ego como algo malo. Lo veo como una necesidad, dado que
es necesario en este mundo para poner todos los flujos diferentes de energía en
equilibrio de modo que puedan expresarse aquí en este entorno terrestre. Les
permite dar y recibir.
Ahora, a grandes rasgos, hay dos trampas para el
ego, el cual está centrado en vuestro plexo solar. El ego puede hacerse muy
pequeño así como también hacerse muy grande. Si se hace muy pequeño, se retira
energéticamente dentro de vuestro plexo solar y se halla en un estado de miedo,
de ansiedad y de preocupación. Constantemente piensa que no puede, que no es lo suficientemente bueno, que ustedes
necesitan a los demás, y que son incapaces. Miren dentro de ustedes mismos para
ver si reconocen ese tipo de ego. Vean si en medio de las mayores influencias
que encuentran en la vida “ el poder del alma, las ansias emocionales del niño
interior, las presiones del mundo externo “ a menudo tienen la sensación de que
todo es demasiado para ustedes. Vean si vuestro ego evoca miedo y quiere
esconderse, o si ustedes tienen dificultades para establecer un espacio
personal, o si buscan escusas o modos de escapar de esta realidad. Ésas son
formas de un ego demasiado pequeño que está dominado por el miedo, o que a
veces incluso está traumatizado.
Ahora también está la posibilidad de un ego
demasiado grande. Eso también se hace sentir en el área del plexo solar. Un ego
demasiado grande se siente algo hinchado y forzado “ quiere demasiado.
Un ego demasiado grande sobreestima su habilidad para establecer las cosas a su
manera, para moldear y dirigir el mundo. Continuamente piensa: tengo que
organizar esto, quiero establecer esto, o las cosas no funcionarán sin mí. Quiere mantener el control y de esta manera limita
sus propias posibilidades. Porque cuando el ego quiere ejercer demasiado
control, irrevocablemente cierra el flujo de los impulsos del alma. Pueden
decir que hay anteojeras o visión túnel cuando quieren controlar las cosas demasiado
desde un ego muy grande. Además, un ego grande a menudo tiene poca conexión con
el niño interior. Las emociones y las señales emocionales que emergen desde el
niño con frecuencia son ignoradas o vistas como muy pesadas.
El ego quiere moverse hacia adelante hacia sus
metas. Los mantiene atascados en su visión túnel. Observen dentro de
ustedes para ver si reconocen este rasgo. Vean si ha habido épocas en vuestra
vida cuando se aferraban a los objetivos de vuestro ego, temerosos de soltar.
Usualmente, ambos aspectos del ego son encontrados
en la mayoría de las personas. A veces es el caso que para una persona hay un
mayor énfasis en el aspecto de un ego demasiado pequeño, mientras que para otro
es el aspecto de un ego muy grande lo que está jugando una mala pasada. Pero en
ambos casos, finalmente ustedes llegarán a estar desconectados de vuestro
corazón, de vuestra alma y de vuestras emociones. La forma de regresar a
vuestro centro, de permitir la restauración del equilibrio y la reapertura del
canal hacia el alma y hacia el niño interior, es observando lo que están
haciendo amorosamente y desprendidamente, de un modo objetivo. ¿Se alimentan a
ustedes mismos con pensamientos despectivos y opresivos? ¿Se hacen pequeños?
Entonces crean una historia alrededor de la idea de que las cosas no pueden ser
de otra manera y que está bien de ese modo.
Examinen la historia en detalle. Obsérvenla
cuidadosamente para ver cómo esa historia está dominada por el miedo, por un
ego que no se atreve a ocupar espacio personal, a confiar en sí mismo y en su
propia fuerza. Rodeen a ese ego con amor, con comprensión y con dulzura.
Cuando vuestro ego va demasiado en la otra
dirección, cuando rechaza soltar e insiste en determinar y dominar todo,
entonces sean conscientes de esta estructura de creencias, pero háganlo con una
mirada benévola y comprensiva. Ríanse de cómo hacen un lío de las cosas cuando
tercamente y obstinadamente se pegan a la visión túnel. Permítanse ser
placenteramente sorprendidos por nuevas posibilidades. Recuerden que a menudo
es una virtud no saber algo, estar abierto a lo nuevo.
¿Por qué hoy hablo sobre estas dos formas de un ego
desequilibrado? Porque es la clave para ser capaces de recibir lo que la vida
quiere darles. Ustedes se desconectan del flujo de recibir al hacerse demasiado
pequeños o demasiado grandes. Viendo estas tendencias en ustedes mismos y
riéndose de ellas, naturalmente ustedes regresan a vuestro centro. Sientan eso
por un momento. Observen que detrás o al lado de ustedes está vuestra alma y que
adelante o al lado de ustedes está vuestro niño interior. Sientan el enorme y
sabio poder de vuestra alma, quien sabe mucho más de lo que ustedes pueden
saber con vuestra mente humana. ¡Confíen en ella! ¡Confíen en él!
Imaginen que en vuestro plexo solar vive una pequeña
figura, un hombre o una mujer, una figura que representa vuestro ego, y
obsérvenlo muy objetivamente. ¿Esa figura se extiende hacia adelante y trata de
ordenarlo todo? ¿O esa figura retrocede porque todo es demasiado, muy abrumador
y evoca mucho miedo dentro de él o ella? Observen qué movimiento vuestro ego
está tentado a hacer, hacia adelante o hacia atrás. Finalmente, imaginen que
vuestro ego está equilibrado y que esta figura en vuestro plexo solar está en
una posición vertical, de pie. Está conectado con vuestra alma y con el Cielo
desde arriba, y con vuestro cuerpo y con la Tierra desde abajo. Sientan cuán
sustentador y liberador es eso para vuestro ego, para vuestra personalidad.
Todo se vuelve más libre y más fluido. Es un flujo apacible de amor
incondicional. Permitan que este flujo tenga lugar, y dejen que los eleve.
© Pamela Kribbe - www.jeshua.net
Sitio en español:www.jeshua.net/esp
Traducción del inglés: Sandra V. Gusella “ www.humanitylight.com/blog/
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