S.S.: Tú me ves
a mí como lo óptimo
de ti, y es correcto. La perfección de ti misma es la puerta de salida, y será la
puerta de entrada a la consciencia, de nuevo.
Humano: Así que
para volver a elevarme tengo que ser la perfección de mí misma.
SS:
Sí, en todos los niveles, pero no necesariamente en tu mundo social.
Lo tienes que ser como concepto de ti misma.
Humano: ¿Y eso
qué implica?
S.S.:
Liberación. Tú viniste a vivir la experiencia que tienes a tu alcance, y en su
recorrido hasta ella, lógicamente, te has impregnado de la vibración del mundo en el que te sumergiste y,
como consecuencia, generaste en tu campo mórfico personal una serie de reacciones.
Así que tienes la conjunción de lo que eres en primera instancia, el holograma del lugar
específico en el que
ingresaste, y tus reacciones a todo ello. Tus
reacciones han estado siendo naturales. Surgían de la diferencia entre lo que Eres y
lo que pudiste expresar, y en ese proceso se fueron creando desajustes en tu
campo.
Humano: ¿Qué es lo
que me produce dolor?
S.S.:
El reajuste. No es que para despertar haya que
sufrir como tal. El desajuste previo resulta placentero, porque viaja en sentido
favorable hacia tus objetivos personales; ahí te vas
acomodando para llegara a lo que deseas. Pero llega un momento en el que tu
campo tiende, por naturaleza intrínseca, a volver a sí mismo,
entonces se produce rechazo y, con él, dolor, porque no hay voluntad: se entiende como renuncia, puesto
que tu único horizonte sigue
siendo el que una vez modificó tu
campo.
Humano: ¿Y cuánto tiempo dura el dolor?
S.S.:
Hasta que tu despertar sea suficientemente
grande como para
que tu horizonte sea volver de nuevo al hogar.
Humano: ¿Qué pruebas tengo que pasar antes de lograr esto?
S.S.:
Ninguna. Sólo soltar, desprenderte de lo que no es
tuyo. El dolor no es tuyo, es de tu personaje. Si te desprendes de él, ya no habrá más
sufrimiento.
Humano: Quiero vivir aún algunas experiencias.
S.S.:
Lo sé.
Humano: ¿Sufriré más?
S.S.:
Dime, ¿su horizonte potencia el ego o el espíritu?
Humano: Ambos… El ego
porque es un deseo personal, y el espíritu porque no es egoísta en el sentido de discriminatorio ni excluyente.
S.S.:
Tus deseos son la forma que le deseas dar al
viaje a casa. No te costará realizarlos más
allá de lo que te cueste soltar los campos vibratorios que aún tienes adheridos.
Humano: ¿Cómo lo hago?
S.S.:
Libérate de la culpa. Aunque la presión externa sea fuerte, libérate del personaje que se siente atacado
por las manipulaciones egoístas, o la lástima por los otros, y estarás recuperando la forma de tu verdadera naturaleza. Entonces, a
partir de un punto, tu vida ya no será soltarte, porque lo que reste se soltará solo,
de forma natural.
A
partir de ahí, todo
lo que represente presión
externa para mantenerte en el estado de sometimiento o de sufrimiento se
desprenderá suavemente. Entonces ante ti se irá abriendo un abanico de posibilidades cada vez más ancho. Podrás elegir, no tendrás que luchar por nada;
elegirás entre lo que tengas
ante ti, disponible.
Humano: ¿Cómo me libero de la culpa? Ha sido mi educación. Está afincada en mí,
y aún permanecen en mi
entorno personajes que me la refuerzan constantemente.
S.S.:
No luches psicológica, emocional ni físicamente. No uses el verbo, ni
imágenes de los otros.
Simplemente siente que eso que ellos tejieron en ti es de ellos, no tuyo. Y cada
vez que actúen con esa parte
de ti, quítatela, como se
quita un abrigo.
Humano: ¿No me puedo ayudar de
visualizaciones?
S.S.:
Si te sientes agredida, visualiza esa
agresión dentro del campo de la persona
que pretende emitirla hacia ti, no la recojas, ni siquiera para desecharla. En
el momento en el que recoges eso, sea para lo que sea, ya es tuyo, y eso es lo
que la persona busca, es su forma de estar vinculado, descansando de
sí mismo.
Humano: ¿Lo lograré?
S.S.:
Sí, cuando puedas no sentirte responsable del dolor que el otro se produce a sí mismo,
cuando respetes el proceso de dolor del otro sin prestarte a formar parte de
él. No confundas ayudar con
vincularte.
Humano: ¿Y cuando los ataques no son directos,
sino sutiles?
S.S.:
Actúa de la misma manera. Ellos puede que no sean conscientes de lo que
hacen, porque también forma
parte de su estructura mórfica, pero tú sí lo
sabes.
Humano: Los discierno claramente, si estoy en mi
centro, en forma de sensación. Si no es así, salta el resorte.
S.S.:
El resorte es la programación de tu campo. La sensación es la realidad. La sensación sutil, esa que no pasa por el
intelecto, es la vía
más clara que tiene el
humano de conectarse con la realidad. Déjate llevar por ese instinto y, sobre todo, no te sientas culpable.
La culpa es la trampa.
Humano: ¿Qué es la
culpa?
S.S.:
Temor al castigo, pensar que si no te dejas
castigar por las circunstancias te sobrevendrá un
castigo superior e ineludible. Y nada superior quiere castigarte. Todo lo
superior sólo vibra en amor,
así que cuando sientas que no puedes convivir con el amor en una
situación, permítete actuar en base a esa
sensación. Y sumérgete en aquella situación en la que sientas que el amor puede
fluir libremente en ti.
Humano: Y los demás, ¿que pasa con ellos entonces?
S.S.:
Aceleran también su proceso de despertar. Les permites
encontrarse en la situación
en la que pierden su horizonte; entonces tienen que elegir entre sumergirse
más profundamente o cambiar
de horizonte. Pero esta segunda opción no la tendrían si no dejaras de apoyar su estructura mórfica, que les ata al sufrimiento
también a ellos.Tú, en este caso, has estado siendo una cura, un alivio intermitente.
Te entregabas para ser engullida, y así ellos
se alimentaban y tú te
desgastabas. ¿Quién ganaba?
Humano: Nadie.
S.S.:
Exacto.
Humano: Gracias.
S.S.:
Soy Amor contigo. Siempre te apoyo en tu
proceso, no estás sola.
Aunque veas tiempo pasando sin que nada suceda, se trata únicamente de la percepción de tu dimensión de espacio-tiempo, pero todo
está ya configurado para que pises una nueva tierra para tu beneficio, y
así será con
todos aquellos, cada vez más, que están
perdiendo su norte ilusorio para volver al hogar, y aún se encuentran, como tú, en el espacio vacío que une ambos estadios.
El
camino del nuevo horizonte, independientemente de la apariencia percibida con
los sentidos físicos,
es correcto. Y aunque aún
muchas veces no sabéis
reconocer el amor no humano, si cerráis los sentidos físicos lo percibiréis. Estáis
siendo atraídos por la
fuerza magnética del amor. Y
es ineludible. Caminadla sin culpa, porque es genuina.
Graciela Bárbulo
15/01/15
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