Cómo nuestras emociones afectan nuestra salud
Por Gregg Braden
A cada
momento de cada día, está teniendo lugar una conversación dentro de nosotros que
es una de las más vitales en las cuales estaremos involucrados. Es la
conversación silenciosa, a veces subconsciente e interminable de las señales
basadas en la emoción entre el corazón y el cerebro. La razón por la cual esta
conversación es tan importante es porque esa cualidad de la señal emocional que
el corazón envía al cerebro determina qué tipo de químicos se liberan en nuestro
cuerpo. Cuando sentimos lo que llamamos típicamente emociones negativas (por ejemplo rabia, odio, celos
e ira) el corazón envía una señal al cerebro que refleja nuestros sentimientos.
Tales emociones son irregulares y caóticas y es así precisamente cómo se ven las
señales que ellas envían al cerebro.
Si pueden
imaginar un gráfico de los altibajos del mercado de valores en un día volátil y
caótico tendrán una idea del tipo de señales que creamos en nuestros corazones
en tiempo de tales emociones. El cuerpo humano interpreta este tipo de señales
como estrés y pone en movimiento mecanismos para ayudarnos a responder
apropiadamente.
El estrés de
las emociones negativas incrementa los niveles de cortisol y adrenalina en
nuestro torrente sanguíneo, las hormonas denominadas hormonas del estrés, que nos preparan para
una reacción rápida y poderosa a lo que esté causándonos estrés. Esa reacción
incluye re-direccionar el suministro de sangre de los órganos profundamente
dentro de nuestros cuerpos a los sitios donde sea más necesaria en tales
momentos: los músculos, extremidades que utilizamos para confrontar la fuente de
nuestro estrés o correr tan rápido como podamos para alejarnos – nuestra
respuesta instintiva de luchar o correr.
Para
nuestros ancestros esta respuesta los salvaría de un oso enojado acampado fuera
de su cueva por ejemplo. Cuando sentían que se había ido el peligro, sus
emociones cambiaban y los niveles elevados de las hormonas de estrés regresaban
a los niveles normales de la vida cotidiana. La clave aquí es que la respuesta
de estrés está diseñada para ser temporal y breve. Cuando aparece infundimos
nuestros cuerpos con la química necesaria para responder con rapidez y
poderosamente a la amenaza. Todo es supervivencia. La buena noticia es que
cuando tales niveles altos de estrés están presentes, podemos convertirnos en
súper humanos. Todos hemos escuchado historias de una mujer de 44 kilos y medio
ladeando un automóvil el tiempo suficiente para salvar a su hijo atrapado bajo
el mismo –haciéndolo sin tener en cuenta si era posible o no.
La
Respuesta de Luchar o Correr
En tales
casos la respuesta de luchar o correr se activa a favor del hijo, que hubiese
muerto sin intervención. En estos casos la fuerza extra humana de la madre se
atribuye a la irrupción de hormonas de estrés que se derraman en su cuerpo a
partir de sus sentimientos de hacer o
morir – sentimientos que se originan en su corazón. La mala noticia
es que aunque los beneficios pueden ser útiles durante un período corto de
tiempo, el estrés que dispara a la irrupción efectivamente cancela la liberación
de otros químicos que sostienen funciones importantes en nuestros cuerpos. La
liberación de químicos vitales que sostienen las funciones del crecimiento,
inmunidad y anti envejecimiento se reducen dramáticamente durante estos
momentos. En otras palabras, el cuerpo puede estar en un solo modo o en el otro:
modo luchar/correr o modo
sanar/crecer. Claramente, no se espera que vivamos cotidianamente
sometidos a estrés como una forma de vida. No obstante ésta es precisamente la
situación en la que muchos nos encontramos hoy en día.
En nuestro
mundo moderno de sobrecarga informativa, velocidad en las relaciones, múltiples
doble cappuccinos consecutivos y el sentido muy escuchado de que la vida se está
acelerando, es inevitable que nuestros cuerpos sientan que estamos en un estado
constante de estrés interminable. La gente que no puede encontrar una liberación
de este tipo de estrés se encuentra en una lucha sostenida del modo luchar o
correr, con todas las consecuencias que vienen con el territorio. Una rápida
mirada a una oficina o aula de clases o hasta una mirada a los miembros de
nuestra familia en la cena dominical confirma lo que sugieren los datos. No es
sorpresa que veamos que la gente con los niveles más elevados de estrés
sostenido también son las de peor salud.
El
crecimiento de las estadísticas en los EE.UU. respecto a condiciones
relacionadas con el estrés, incluyendo enfermedades cardíacas e infartos,
problemas alimentarios, inmuno-deficiencias y algunos cánceres, son menos
sorprendentes cuando tenemos en cuenta el estrés inhumano que muchas personas
experimentan en su vida cotidiana. La buena noticia es que el mismo mecanismo
que crea y mantiene nuestras respuestas al estrés a menudo a nivel
subconsciente, también se pueden regular para ayudarnos a aliviar el estrés de
manera saludable –aunque el mundo esté en caos. Y podemos hacerlo de forma
rápida e intencional.
Cambiando los Ritmos del Corazón:
de Frustración a Apreciación
De la misma
forma que nuestro corazón envía a nuestro cerebro las señales de caos cuando
sentimos emociones negativas, las emociones positivas envían otro tipo de señal
a nuestros cerebros que es más regular, más rítmica y ordenada. En presencia de
emociones positivas, tales como apreciación, gratitud, compasión y bondad, el
cerebro libera un tipo de química muy diferente en el cuerpo. Cuando sentimos un
sentido de bienestar, el nivel de las hormonas de estrés en nuestro cuerpo
disminuye, a la vez que la
química afirmativa de un sistema inmune poderoso con propiedades anti
envejecimiento aumenta. El cambio
entre la respuesta de estrés y un sentimiento de bienestar puede suceder
rápidamente.
Estudios
documentados por el Institute of HeartMath (IHM), una organización pionera en la
investigación basada en Boulder Creek, California, ha mostrado que los niveles
de cortisol pueden disminuir hasta un 23% y los niveles de DHEA, un precursor
afirmativo de vida a otras hormonas vitales del cuerpo puede incrementar en un
100% si dedicamos unos tres minutos al uso de técnicas enfocadas diseñadas para
producir tales respuestas. La razón por la cual estoy describiendo estos
fenómenos es porque las técnicas que tienen tales beneficios en nuestra salud
son las mismas que crean la elasticidad de nuestros corazones. Esta es la clave
para mantener la elasticidad personal en la vida. La calidad de nuestras
emociones determina las instrucciones que nuestro corazón envía a nuestro
cerebro.
1Lipton,
Bruce. “146-150.” The Biology of Belief:Unleashing the Power of
Consciousness, Matter & Miracles. Santa Rosa : Mountain of Love/Elite, 2005.
Print.
2The Impact of a New Emotional Self-Management Program on Stress, Emotions, Heart Rate Variability, DHEA and Cortisol Intergrative Physiological and Behavorial Science. 2nd ed. Vol. 33. 1998. 151-170. Print.
2The Impact of a New Emotional Self-Management Program on Stress, Emotions, Heart Rate Variability, DHEA and Cortisol Intergrative Physiological and Behavorial Science. 2nd ed. Vol. 33. 1998. 151-170. Print.
Traducción: Fara González - Difusión: Manantial del Caduceo en la Era del Ahora - http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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