Hacer
Vuestras Propias Elecciones
Pamela canaliza a
Jeshua - www.jeshua.net
Queridos
amigos, los saludo a todos desde el corazón. Sientan mi corazón, porque estoy
conectado con ustedes. Respírenme. Hay una hermandad entre nosotros, una
afinidad mental entre ustedes y yo y un grupo más grande de almas amigas, de
trabajadores de la luz. A algunos los conocen, a otros no, al menos no en el
sentido terrenal, pero hay una conexión, una unión mayor de la cual ustedes
forman parte. Sientan esa unión dentro de
ustedes.
Todos
ustedes están tratando de encontrar un equilibrio entre vuestro ser terrenal y
vuestro ser álmico. Por un lado ustedes son un humano terrenal, nacido en un
cuerpo con una predisposición hacia una cierta personalidad, y son criados en
las culturas y tradiciones de la Tierra. Por otro lado, hay una realidad mayor
de vuestra alma, vuestra herencia cósmica. Vuestra alma es mucho más vieja que
esta simple vida y ha acumulado un montón de experiencias en varias
encarnaciones. Además de eso, como un alma, ustedes son parte de una familia
espiritual mayor la cual, además de vuestra familia terrenal, mora parcialmente
en la Tierra y parcialmente en otros mundos.
La
fusión de vuestra alma con vuestro ser terrenal es a menudo confuso para
ustedes. ¿Cómo integran ambos? Muchos de ustedes sienten la realidad de vuestra
alma. Sienten algo fluyendo a través de ustedes que “no es de esta Tierra”, algo
que no puede ser atribuido a vuestra crianza, genes o antecedentes culturales.
Hay algo único e insondable que hace que ustedes sean “ustedes”. Las personas
sensitivas pueden captar vislumbres de su alma, porque están conectados
intuitivamente con un mundo interior que está más allá del tiempo y del espacio,
y a menudo quieren estar totalmente en ese mundo. Sienten que su Hogar, su
Fuente, está ahí, y están en lo cierto. Sin embargo, debido a que están viviendo
como un ser humano, aquí y ahora,
es necesario darle a la conexión con vuestra alma una encarnación – “manos y
pies”. No deberían romper la conexión entre vuestra alma y la Tierra, más bien
lo opuesto: pónganse más firmemente dentro
de esa conexión, y háganlo con entusiasmo y pasión. Entonces
realmente habrán integrado vuestro ser terrenal con vuestro ser
álmico.
La
razón por la que esto suele ser difícil para ustedes es que muchos de ustedes
trabajadores de la luz le dan prioridad a vuestra alma sobre vuestra
personalidad terrenal. Asumen que vuestra alma sabe más qué hacer. Sin embargo,
aunque ustedes como un humano terrenal deberían dejarse inspirar por vuestra alma, ustedes son, y deberían ser, el que determina las
elecciones y toma las decisiones. Ustedes son el que finalmente crea vuestra
vida, y permítanme explicarlo.
Con
frecuencia se preguntan: “¿Qué debería hacer ahora? ¿Cómo manejo esta situación?
¿Qué significa esto para mí?” Están inclinados a buscar las respuestas fuera de
ustedes mismos y con esto quiero decir, fuera de vuestra personalidad terrenal.
Si ustedes aún no están tan adelantados en el camino del desarrollo interior,
buscan una persona fuera de ustedes para que les de la respuesta; alguien que
admiran, alguien que piensan que tiene la experiencia necesaria en la materia.
Entonces vuestra pregunta tiende a ser: “¿Puedes decirme qué es lo que tengo que
hacer?” Cuando ustedes hacen esto, se empequeñecen – en cuanto a perspicacia y
conocimiento se refiere – al poner a la otra persona por encima de ustedes
mismos. Sin embargo, cuando se vuelven espiritualmente maduros se hacen
responsables por ustedes mismos y
por vuestras elecciones. Aún pueden consultar a otra persona, alguien a quien
estiman mucho, a quien respetan, y pueden evaluar el consejo de esta persona
desde todos los ángulos, pero ustedes mismos deciden qué hacen con ese consejo.
Ésa es la forma de un alma madura, de una persona
adulta.
Ahora,
todos ustedes saben que no deberían apoyarse en otra persona para tomar sus
decisiones, pero aún lo hacen mucho en vuestras relaciones con vuestros guías
espirituales y con vuestra alma. Por ejemplo, ustedes se preguntan: “¿Qué
debería hacer en esta situación? ¿Cuál es la mejor elección para mí?” Desde
vuestro deseo de seguridad, se vuelcan hacia una fuente espiritual para recibir
consejos: hacia vuestros guías, maestros o ángeles en el otro lado, o hacia
vuestro propio ser superior. O consultan a un médium espiritual para que les
provea la información “elevada”, o intentan establecer contacto con vuestra
alma, vuestro ser superior o vuestros guías por ustedes mismos. Pero miren un
poco más de cerca lo que esto significa. Ustedes, de hecho, están haciendo lo
mismo que cuando se vuelcan hacia otra persona para pedirle su consejo: están
buscando las respuestas fuera de ustedes
mismos.
Por
supuesto, ustedes pueden decir: “Sí, pero esas fuentes espirituales realmente
saben mejor que yo qué hacer; ellos tienen una mejor visión de conjunto o
perspectiva; mis guías son más evolucionados que yo; mi alma se mueve en una
dimensión superior, así que está bien volcarse a ellos para conseguir un
consejo.” Pero, otra vez, cuando hacen esto están despreciando vuestra “pequeña”
personalidad terrenal. A menudo ustedes consideran que vuestra personalidad
terrenal no es la parte más sabia y más elevada de ustedes mismos, y que tienen
que volcarse a alguna “autoridad” que entiende mejor la situación y lo que
deberían hacer con vuestra vida. Esto es un
error, y ése es mi mensaje de hoy.
Antes
que nada, el alma no es perfecta – también está evolucionando. Es una realidad
dinámica que continuamente es enriquecida por las experiencias. Sin duda, el
alma tiene una perspectiva que trasciende la perspectiva de un ser humano y a
menudo tiene una visión más amplia. El alma también comprende más profundamente
y tiene una visión mayor de todo el rompecabezas, mientras que ustedes en la
Tierra tienen unas pocas piezas en vuestras manos y no ven la imagen más grande.
Pero el punto importante es que, sí, es bueno sentir vuestra alma, conectarse
con ella, consultarla y obtener información de esa fuente dinámica,
multidimensional y en desarrollo. Pero de última son ustedes, el ser terrenal
que lleva vuestro nombre terrenal – ese ser único que ustedes son ahora mismo – ¡quien debe hacer la
elección! Hay un momento de elección en cada cosa que hacen, que es, y siempre
lo será, completamente vuestro. Ni vuestra alma, ni vuestro guía, ni el maestro
más sabio de la Tierra – ni siquiera
Dios – pueden hacer esto por ustedes. De hecho, un verdadero maestro
espiritual no quiere hacerse cargo de ustedes.
La
necesidad de hacer vuestras propias elecciones en realidad se dirige a vuestro
propio poder único: que ustedes crean
vuestra vida terrenal a vuestro propio modo. Y además de eso, ustedes
aún pueden recurrir a todo tipo de fuentes de conocimiento y de sabiduría, tanto
terrenales como cósmicas. Pero el desafío para ustedes es relacionar estas
fuentes externas a vuestra verdad interior y sentir qué es lo correcto para
ustedes y qué no lo es. No hay tal cosa como un conocimiento absoluto – todo es
relativo. Lo que es verdadero en vuestra vida se revela en la relación entre
ustedes y el mundo, y esa
relación es única y diferente para cada persona. No importa cuánta información
reciben desde afuera de ustedes mismos, lo que es importante para ustedes es
evaluar esta información y relacionarla con vuestra situación – vuestra realidad
cotidiana y vuestro ser terrenal – para ver si es aplicable.
Sientan
vuestra personalidad terrenal, con todas sus facetas: su miedo, dolor,
esperanza, alegría, y todas esas emociones que tan profunda y tangiblemente
forman la vida humana, terrenal. Estas emociones a menudo son confusas, incluso
abrumadoras, y ustedes están buscando algo a lo que agarrarse que esté por
encima o fuera de ustedes. Pero quisiera recalcar que la respuesta y el
fundamento yacen dentro de ustedes y no en vuestra alma o en vuestro ser
superior, sino dentro de ustedes.
En realidad ustedes son su ser
superior y su alma, pero son una parte y no la totalidad. Ustedes son una parte
de vuestro Ser total; ustedes son el aspecto que ha encarnado aquí y ahora y quien está recopilando
experiencia y es por eso que ustedes saben más lo que es bueno para
ustedes.
Desciendan
dentro de vuestro cuerpo, que está tan cercanamente conectado a vuestro ser
terrenal. Permitan que vuestra conciencia descienda dentro de vuestro cuerpo de
un modo confortable y relajado. Imaginen que vuestra conciencia es una luz, y
esa luz es quienes ustedes son y quien hace la elección. Ella elige estar
completamente aquí y ahora, y
descender a vuestro pecho, a vuestro abdomen, a vuestros muslos y rodillas, y
todo el trayecto hacia abajo hacia vuestras pantorrillas y pies. Sientan la luz
penetrando completamente en vuestro cuerpo y sientan el poder y la vitalidad de
vuestro cuerpo. Sientan cómo vuestro cuerpo es mucho más que una combinación de
células físicas: es un ser vivo, sabio e
inspirado. ¿Y quiénes son ustedes? Ustedes son quienes se han
conectado con este cuerpo para esta vida. Ustedes son hermosos y vastos, y se
han conectado con este ser que ahora lleva vuestro nombre. Sientan el coraje y
la valentía que ha requerido hacer eso.
Ustedes
vinieron aquí como un haz de luz de vuestra alma y encarnaron en este cuerpo y
personalidad que son completamente nuevos. Ustedes son parte de vuestra alma,
pero también le agregan algo esencial a vuestra alma, algo nuevo y único, y eso
son ustedes. Ustedes son un todo
autosuficiente; no son dependientes de fuerzas mayores que ustedes. Son una
creación en sí misma – mejor dicho: un creador en sí mismo. Sientan el valor, el
poder y la belleza de ser eso. Mi deseo más profundo es que ustedes reconozcan
vuestro propio valor y que no hablen más acerca de un ser superior o inferior,
sino que reconozcan vuestro ser terrenal como el ancla de vuestra existencia, aquí y
ahora. Desde ese ser, ustedes pueden consultar otras fuentes
terrenales, guías, maestros, terapeutas, consejeros, doctores, o vuestra propia
alma por medio de la meditación o la contemplación interior, y tomen toda esa
información pero luego hagan vuestras propias elecciones
consideradas.
¿Y
cómo lo hacen? Ésa probablemente se la próxima pregunta. Inténtenlo. Imaginen
que ahora ustedes tienen un asunto en vuestra vida que los hace sentir
desesperados, del cual piensan: “Yo realmente no sé qué hacer”. Ahora desciendan
completamente dentro de vuestro ser terrenal, pronuncien vuestro propio nombre,
sientan la luz de la conciencia en vuestro abdomen, en vuestro chakra raíz.
Entonces nuevamente háganse la pregunta y sientan la respuesta viniendo a
ustedes desde adentro: desde vuestros cimientos, vuestro núcleo. Ustedes tan
solo lo saben. Tienen el conocimiento interior y los recursos que son
necesarios para responder a las preguntas de vuestra
vida.
Está
en ustedes, ustedes son el ancla, el punto de acumulación de conocimiento, de
experiencia, de luz. Y desde todo lo que han construido en esta vida ustedes
hacen elecciones, basadas en vuestro poder de discernimiento. Aduéñense de ese
poder, de esa libertad. Eso es lo que los hace “grandes” y permite que crezca
vuestra conciencia de sí mismo, entonces comiencen por confiar en vuestro propio
discernimiento y en vuestras propias elecciones, en vuestro sentido de lo que es
lo mejor para ustedes. No se trata de saber las cosas con certeza; tiene que ver
con atreverse a confiar en quienes son y en lo que sienten en lo profundo de
ustedes. Están aquí, no para hacer elecciones “perfectas”, sino para
experimentar vuestro propio poder creativo al aprender y crecer con las
elecciones que hacen.
Es por
eso que yo ahora simbólicamente quiero darles una antorcha de luz a ustedes para
expresarles que no tienen que mirarme a mí para ver la luz. Está en ustedes y quiero que sean conscientes de
eso; quiero devolvérsela a ustedes. En el pasado muy frecuentemente han buscado
fuera de ustedes mismos. Vean si pueden aceptar la antorcha que les ofrezco e
internalizarla como algo que es vuestro. Observen dónde va la antorcha en
vuestro cuerpo, dónde tiene su lugar natural de descanso. Es ahí donde reside
vuestro conocimiento más profundo acerca de cuál es vuestro camino. Ustedes hacen las elecciones y aprenden de las
elecciones que hacen, y así es exactamente como debería ser en esta
vida humana.
No
subestimen vuestro verdadero
poder, el ustedes terrenal encarnado. Es la fuente más íntima de sabiduría que
jamás tendrán. Ustedes son los creadores de vuestra
vida.
Sitio
web en español:www.jeshua.net/esp - Traducción
del inglés: Sandra V. Gusella – www.humanitylight.com/blog
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