Divulgado
por Susana Peralta
En este ensayo, Gerrit explora las consecuencias que
aporta la noción del tiempo no-lineal al campo de las terapias de
regresión.
Argumentando que hacer contacto con tus vidas pasadas no se
trata tanto de recordar algo que ya ha pasado y que está terminado, si no que es
una interacción creativa con presencias vivientes que aún están creciendo y
evolucionando al igual que tú mismo. El pasado es tan abierto e indeterminado
como lo es el futuro. Esto ofrece una luz nueva al significado de la terapia de
regresión, ofreciendo maravillosas oportunidades de sanación.
Del campo de la ciencia, la filosofía, y el misticismo
proviene el argumento que dice que la progresión del tiempo lineal tal como la
experimentamos, realmente no existe. Esto está expresado con mayor evidencia en
la Teoría de la Relatividad de Einstein, la cual explica claramente que el
“ahora” no es un momento único. El momento experimentado por una persona como
“ahora”, puede estar en el futuro para otra persona, y en el pasado para alguien
más. Dependiendo de su posición en el espacio y de su movimiento. Eventos que
ocurren al mismo tiempo para un observador, pueden ocurrir en diferentes
momentos para otro observador. Pero si el “ahora” no es un evento singular o
único, entonces nuestros conceptos tradicionales de tiempo colapsan, y la
división del tiempo en presente, pasado y futuro se desmorona. Esto significa
que el pasado no es fijo. Todo tiene lugar en el “ahora” – incluyendo nuestras
vidas “pasadas”.
¿Qué significado tiene esto para la terapia de la
reencarnación y la tarea de un terapeuta de regresiones?
Para responder esto, primero quisiera dirigirme al
significado de los recuerdos. Si recordamos algo, estamos yendo,
psicológicamente, hacia otro punto en el tiempo. Conectamos nuestro “ahora” con
otro “ahora”, que para nosotros, se encuentra en el pasado. Sin embargo, si el
pasado, presente y futuro son en realidad parte de un extendido “ahora”,
entonces el pasado no es algo que sea definitivo y terminado. Recordar no es un
proceso pasivo, sino una interacción con una energía viviente, es decir, una
interacción con la parte de nosotros que está experimentando ese momento pasado
en particular como su “ahora”- su realidad. Además, mientras nos acercamos a ese
Yo-del-pasado a través de los recuerdos, la interacción fluye en ambos sentidos.
Si nos conectamos con un momento en el pasado, tocamos ese otro “ahora” con
nuestra energía, influimos en él, y también recibimos energía e información a
cambio.
Si el tiempo lineal es una ilusión, recordar es
comunicarse
Recordar es, de hecho, un proceso de comunicación. Recordar
es comunicarse con el pasado. Esto también se aplica a los recuerdos de vidas
pasadas. Aquí, también, un intercambio energético tiene lugar entre tu
Yo-del-presente y tu Yo-del-pasado. En algún nivel, cada terapeuta de
regresiones lo sabe. Un buen terapeuta nunca le pedirá a un cliente que trate de
recordar algo. Él siempre hará la sugerencia de ir hacia ese recuerdo durante la
regresión. Por ejemplo, puede decir “ve al verdadero origen del problema.” El
terapeuta sabe que el segundo enfoque funciona mucho mejor que el primero. ¿Por
qué? Debido a que esta instrucción se ajusta más a lo que realmente está
sucediendo. Hay algo hacia dónde ir: otro “ahora” en el cual el acontecimiento
traumático se experimentó por primera vez.
¿Qué ocurre cuando conectas tu “ahora”, tu presente,
con otro “ahora” y empiezas a comunicarte con la parte de ti que vive en otro
“ahora”?
El resultado de un proceso de comunicación de este tipo es la
creación de un nuevo “ahora compartido”. Tan pronto como comienzas un diálogo
con otra persona (en este caso con tu Yo-del-pasado), ambos están compartiendo
su “ahora”, el mismo presente. Y a partir de este “presente compartido” surgen
nuevas posibilidades: significa que puedes enviarle sanación y comprensión a tu
Yo-del-pasado, influyendo así en el pasado de una manera real. Como el pasado no
ha terminado en términos absolutos, puedes cambiarlo desde el
futuro.
¿Qué significado tiene este concepto para la terapia de
la reencarnación?
En mi experiencia, hay tres consecuencias
importantes:
I. Sanar el pasado en lugar de revivirlo
Según el punto de vista tradicional, lo que podemos hacer con
las experiencias dolorosas del pasado, en la terapia de regresión, es volver a
vivirlas y, por lo tanto, suavizar la experiencia. Tomemos, por ejemplo, alguien
que tiene miedo a las alturas. Él va a un terapeuta y descubre que en su vida
anterior ha muerto en caída libre. Entonces, este evento es vivido un
determinado número de veces y el miedo a las alturas parece haber desaparecido.
La visión tradicional diría que la caída mortal en una vida
pasada ha creado un miedo que no ha podido ser procesado suficientemente, de
algún modo, dando resultado a que se manifieste en esta vida como un miedo a las
alturas. Ser consciente de ello y revivir la causa del miedo parecería ser la
solución.
Yo, sin embargo, creo que lo que en realidad sucede es lo
siguiente: en algún lugar del espacio-tiempo, alguien se está cayendo, y
sintiendo miedo. El temor es tan intenso que un grito de ayuda se envía a través
del espacio-tiempo y es recibido por una encarnación con una estructura psíquica
similar, o por una encarnación de la misma alma, que entonces experimenta el
grito de ayuda como un miedo a las alturas. Cuando esta persona entra en
regresión, conecta su propia conciencia con la de la persona que está cayendo y
de esa manera su miedo a las alturas se calma.
Lo esencial de dejar ir al miedo, en mi opinión, no es
revivir el miedo, sino acompañar con una conciencia clara y amorosa al miedo.
Esta conciencia lúcida eres tú, en el presente. Al dirigirte al pasado con la
mente clara y la intención de sanar, tú realmente tocas tu Yo-del-pasado que
está sufriendo, como lo hace un guía espiritual, o un “ángel guardián” si así
quieres llamarlo.
Porque tú, como guía o ángel, sientes compasión por la
persona con miedo, el otro tú en ese otro “ahora”, y ese otro tú puede dejar de
lado su fobia y encontrar paz. En ese pasado, se habrá sentido una sensación de
paz y rendición. En este caso, la persona que está cayendo a su muerte puede
morir en un estado de rendición, y el trauma resultante de esta muerte será
menos intenso. Al recrear el pasado de esta manera, tu presente es afectado: tú
mismo, a su vez, también eres liberado del miedo a las alturas.
Estar con tu Yo-del-pasado como su guía o “ángel
guardián”
Revivir un trauma de una vida pasada, una técnica que se
utiliza a menudo en la terapia de regresión, sólo tiene sentido de un modo
limitado. En el peor de los casos, puede traer una gran cantidad de ansiedad y
tensión innecesarias. Siento que es mucho mejor para el cliente entrar en la
terapia de regresión como un ayudante, como un guía y amigo para sus
Yo-del-pasado que sienten dolor. Porque entonces, uno no se identifica con el
problema, sino mucho más con la solución: tú no eres la víctima, sino el
sanador. No es necesario volver a vivir la oscuridad, sino traer tu luz a la
oscuridad.
Especialmente, antes de entrar en una vida pasada, invito a
mis clientes a verse a sí mismos como un ser de luz, un ángel que puede viajar a
través del tiempo y el espacio. Cuando sienten la verdad en esto, les pido que
se dirijan a la persona traumatizada que se encuentra en una vida pasada, y
entonces, ser su ayuda enviándole amor, ánimo y comprensión.
Una vez tuve un cliente que había considerado suicidarse en
un periodo muy difícil de su vida en el que sufrió de depresión. En un momento,
oyó una voz que lo animó y le dijo que él no tenía que quitarse la vida. Era una
voz de confianza y tranquilidad. Yo le aconsejé que viajara a ese momento
difícil en el pasado desde el presente como un ángel. Al final del ejercicio, se
dio cuenta de que había sido él mismo quien había sido esa voz, desde el futuro
se había ayudado a sí mismo a través de ese período difícil.
II. Entender a la ansiedad inexplicable como una llamada
de auxilio
Muchas personas sufren de un miedo inexplicable que en el
fondo siempre está presente. Puede estar mezclado con otros sentimientos, como
tristeza, dolor o ira. A menudo es un sentimiento que ha estado presente desde
la infancia, sin ninguna razón aparente. Detrás de ese miedo hay siempre un
grito de ayuda. Es una llamada desde otro “ahora”, otra vida, o a veces de la
propia infancia. En mi opinión, el objetivo de la terapia de regresión es
descubrir qué es ese miedo, y ayudar a esa otra persona del mismo modo que
ayudas a un amigo necesitado. Vas hacia esa persona, le hablas con palabras de
aliento, y lo rodeas con apoyo, amor y comprensión.
En lugar de considerar el miedo persistente como una señal
de que hay algo extraño y definitivamente equivocado en ti, puedes considerar
como que ese miedo no pertenece a este “ahora”, sino a otro “ahora”, otro “tú”
que está llegando a tus manos pidiendo ayuda. Tú – el cliente – eres el único
que puede resolver el miedo trayéndole comprensión y compasión, viendo ese miedo
como una llamada de ayuda de otra persona. Esta “otra persona” eres tú en otro
“ahora”. En cuanto encuentras a esa persona, y la observas con una conciencia
neutral y compasiva, su miedo se convertirá en algo comprensible para ti y será
más fácil aceptarlo y gradualmente dejarlo ir. La ansiedad se alivia cuando lo
vemos como un problema de otra persona, porque de esta manera tú te disocias de
la energía del miedo. Desde la perspectiva objetiva del “ahora”, en el que a
menudo no hay motivo para temer, te das cuenta de que tú mismo eres mucho más
grande que el miedo y que eres capaz de abrazarlo con una conciencia más
expandida.
Así, el miedo se convierte en una puerta que te lleva a otra
vida, que te conecta con otro “ahora”. Al permitirte ir gradualmente hacia ese
miedo en la terapia de regresión, descubrirás su origen y entonces podrás
empezar a sanarlo. A menudo, para crear el cambio necesario y para poder
desvincularte del miedo, hace falta simplemente hacer una pregunta: “¿A quién le
pertenece el miedo que siento?” Al abordar tu miedo como una llamada de auxilio
de otro punto en el tiempo-espacio, estarás creando un puente hacia el miedo.
Este puente hace dos cosas que son beneficiosas: crea distancia entre tú mismo y
el miedo, y a la vez, trae sanación para el miedo.
III. Creando un nuevo pasado
Otra posibilidad que surge de esta nueva perspectiva del
espacio-tiempo es la posibilidad de re-crear el pasado. Si el pasado no es fijo
y definitivo, y si recordar es intercambiar energía con ese momento, entonces
nuestro enfoque tradicional sobre la causalidad se cae por la borda.
Tradicionalmente, los acontecimientos no pueden ser causados por eventos del
futuro, sólo por eventos del pasado. Pero ¿qué pasa con el hombre en apuros –
del ejemplo anterior – que oye una voz que viene desde el futuro y le dice que
tenga fe y que, a causa de eso, decide seguir viviendo? Aquí, el futuro parece
tener un impacto muy real en el pasado.
¿Cómo puede la idea de crear un nuevo pasado incidir en
la terapia de regresión?
A menudo invito al cliente a reescribir el pasado de la
siguiente manera. Luego de que ellos se han dado cuenta del trauma que ocurrió
en otra vida, les sugiero que se conecten con la personalidad de esa vida pasada
antes de que haya ocurrido el trauma. Casi siempre hay un momento crítico, en
donde la personalidad podría haber elegido un camino diferente, uno que lo
hubiera llevado a un futuro más beneficioso, en el cual el trauma no se hubiese
producido. Entonces como en la terapia de regresión, todavía se puede elegir el
camino no tomado, uno puede escoger el camino alternativo o "línea de tiempo” y
activarla.
Imaginemos a una mujer sensible y profética que ha sido
quemada en la hoguera como una bruja en una vida anterior. Hubo momentos durante
ese tiempo de vida en los cuales ella sintió la necesidad de protegerse un poco
más, o tal vez huir, o romper lazos con ciertas personas. En la terapia de
regresión, ella intenta conectarse con ese momento crucial, el momento en el
cual ella pudo haber tomado ciertas decisiones que le hubieran evitado ser
quemada en la hoguera. Si esto funciona, y el cliente se conecta emocionalmente
con una realidad alternativa que podría haberse desarrollado, el trauma es
borrado parcial o completamente del pasado del cliente.
Para lograr esto, se requiere de los siguientes
pasos:
- El cliente realiza una conexión emocional con la vida
pasada traumática. El punto de entrada es por lo general el momento del trauma
en sí mismo.
- Después de eso, viaja en el tiempo a un momento antes del
trauma, cuando la elección decisiva todavía es posible.
- Entonces el cliente comienza a comunicarse con la persona
que ella fue en esta vida anterior. Ella le explica a esa persona por qué es que
puede y debe hacer la elección positiva. Ella le alienta y le proporciona nuevos
puntos de vista, desde una perspectiva mucho más amplia que la que tiene ahora.
Esto creará un nuevo y compartido “ahora” con posibilidades de sanación para
ambas partes.
- La personalidad de la vida pasada se siente inspirada para
tomar un curso diferente y nuevo de acción, y los eventos traumáticos ya no
sucederán.
Al enviar sanación a la vida pasada, a cambio se envía
sanación de nuevo hacia ti. Mediante la creación de un nuevo pasado, el presente
se modifica también. De acuerdo con este enfoque, el pasado no es fijo: el
pasado, como el futuro, es un océano de posibilidades. Desde el presente,
nuestro actual “ahora”, podemos elegir una y otra vez qué camino tomar, qué
línea de tiempo activar, ya sea en el pasado o en el futuro. Nuestras vidas
tienen lugar en un espacio-tiempo continuo que se mueve constantemente y cambia,
estamos constantemente interactuando con nuestras otras vidas y ellas con
nosotros. La parte que hace la interacción es nuestra conciencia, nuestra
conciencia consciente. Esta parte es nuestra esencia y es independiente del
tiempo y del espacio. Viaja a través de la red del espacio-tiempo, pero no está
dentro del tiempo. Es la parte de nosotros que es eterna e
inmutable.
Debido a que la conciencia misma es independiente del tiempo
y el espacio, es una fuente de luz y sanación para todo lo que existe dentro del
tiempo. Cuanto más conscientes somos, más nos adentramos en un reino sin-tiempo,
desde donde irradiamos luz a todas nuestras vidas.
En conclusión
Soy consciente de que introducir esta nueva e impactante
perspectiva sobre el tiempo y la causalidad al área de la terapia de regresión
plantea muchas preguntas que no pueden responderse en el marco de este breve
ensayo.
Sin embargo, siento que una noción no lineal del tiempo, que
es mucho más flexible y abierta que nuestra noción tradicional, ofrece grandes
promesas para esta área y le hace mucho mayor justicia a la naturaleza
misteriosa de nuestra alma.
El alma es como un sol con numerosos rayos, cada uno
representando una vida que a su vez expresa una parte de nuestro
Yo.
Todos los rayos irradian su luz simultáneamente y así están
conectados en sus raíces e interactúan unos con otros a través del centro del
sol.
Hace muchos años, estaba sentado en la orilla de un lago en
un día caluroso de verano, mirando cómo el agua reflejaba la luz del sol. Pensé
entonces en la vida como un ser humano en la Tierra. Los patrones irregulares de
las manchas de luz en el agua, junto con el calor, tuvieron un efecto
hipnotizador sobre mí. La imagen de un sol que brilla eternamente y que se
divide a sí mismo en innumerables manchas danzantes de luz parecía proporcionar
una metáfora de lo que se trata la vida.
Las manchas de luz son las muchas vidas humanas que vivimos,
que cada una a su manera imperfecta refleja una fuente superior. Juntas
interpretan la danza perpetua de la vida, juntas crean una perfecta totalidad.
En la realidad, no hay tiempo, todo existe en un gran presente. Cuando una
mancha de luz se hace más grande debido al movimiento del agua, otra se contrae
inmediatamente de tamaño.
Todos tenemos muchas vidas en la Tierra y están
interconectadas de una manera dinámica y profundamente
significativa. Todas estas vidas están orientadas hacia
el mismo objetivo. Juntas reflejan una fuente superior, juntas son un Todo.
Yo creo que lo mismo pasa con la humanidad en
general. A un nivel interno y profundo, un nivel fuera
del tiempo, todos estamos conectados a la misma fuente de Luz. Es nuestra misión
expresar esta fuente de luz de la mejor manera que podamos dentro del tiempo.
@ Gerrit Gielen – www.jeshua.net - Traducido del inglés por Alejandro Arin - Sitio en español: www.jeshua.net/esp
Por preguntas o información, contáctenos en: sgusella@gmail.com - GHB - Información difundida por http://hermandadblanca.org/
INFORMACIÓN DEL AUTOR: Gerrit Gielen (1956) trabaja como
hipnoterapeuta y terapeuta de regresiones en Holanda. Su intención es ayudar a
que las personas se pongan en contacto con el lenguaje de su alma, que nos habla
a través de nuestras emociones, señales corporales y los acontecimientos que
suceden en nuestra vida. Junto con su esposa Pamela Kribbe, autora de Las
Canalizaciones de Jeshua, ofrece talleres sobre crecimiento espiritual y siempre
acompaña a Pamela cuando canaliza en público a Jeshua, María o Gaia. Gerrit y
Pamela están casados y tienen una hija.
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