“Atravesamos
la Oscuridad Divina” Por
Sarah
Varcas
El Eclipse Solar, acompañado por
Venus de un lado y el asteroide Palas en el otro, tiene lugar a las 9:45 pm de
Greenwich el 23 de octubre en el primer grado de Escorpio. Este eclipse parece
paradójico porque, en tanto significa un poderoso envión hacia adentro buscando
respuestas, nos fuerza a mirar por debajo de la superficie expurgada de nuestras
vidas y ver verdades más profundas y penetrantes, y lo hace de tal modo que este
viaje a la profundidad puede ser agradable en lugar de temible, productivamente
creativo en vez de confrontativo y debilitante. Lo que sea que necesitamos
encontrar en las sombras de este eclipse, podemos descubrirlo sin que la
revelación nos haga pedazos o perturbe nuestro progreso actual. Como tal, este eclipse llega como un regalo, aún si sus frutos inmediatos
consisten en un despertar a las tendencias más oscuras y perturbadoras dentro de
nosotros.
Según mencioné, el asteroide Palas
se alinea con este eclipse. Ella es una reina guerrera y árbitro de justicia.
Lucha por la igualdad y defiende el equilibrio. Busca la integridad en lugar de
la polarización, y la honestidad por encima de la deferencia hacia un orden
inadecuado aunque más ampliamente aceptado. Palas en Escorpio nos recuerda que
todos tenemos rincones oscuros donde se esconden los monstruos, pero ella los
conoce como
nuestros lugares más creativos y nuestras fuentes más profundas de sabiduría.
Descartarlos simplemente nos deja medio dormidos y a media máquina, como una radio no bien
sintonizada, llena de estática e interferencia. En su alineación con este
eclipse, Palas nos ofrece agudeza de visión interior, y el coraje para usarla. No vacila ante la visión de nuestro territorio interior cubierto de sombra y
frío helado por descuido. Simplemente mira lo que encuentra, lo conoce, lo
acepta y reconoce que es parte de un todo más grande que fácilmente es tan vasto
como para contener todas las cosas sin hacerse pedazos bajo el peso de la
paradoja. Conoce la creatividad que está en el centro del dolor; el renacimiento en el ojo del trauma; la integridad en el centro de la furia. Ama estos aspectos de quién somos. Son su combustible para el viaje hacia la
integridad y la autenticidad. Sin ellos, no seríamos
nada.
En tanto Palas nos invita a entrar
en el laberinto de nuestro mundo interior, Venus nos asegura que el viaje puede
ser cómodo, no importa qué encontremos allí. Si nos apartamos del auto examen, si
reconocer nuestra pena, nuestro miedo, nuestra furia, nuestro dolor, nos resulta
demasiado, Venus nos toma de la mano y nos alienta a probar, porque en su
compañía estamos seguros. Venus en Escorpio conoce las profundidades y ama la
vida allí. Disfruta del juego de las sombras en la luz, el sonido de lo
desconocido, la seducción de las pasiones prohibidas y la emoción del mundo crepuscular
donde la seguridad se codea con el riesgo y éste último gana. Ella es ahora un
tesoro de amiga para nosotros, nos conduce hacia la oscuridad con una sonrisa
conocedora y una marcha segura pero relajada. No hay nada que temer, nos
susurra, incluso cuando apaga la única llama que teníamos para iluminar el
camino. Seguros entre Venus y Palas, estamos en los brazos del sagrado femenino,
absortos por los muchos rostros de la Madre Divina. En este eclipse nos
encontramos con la cara destructiva de Kali, la compasión de Kwan Yin, la pureza
de la Madre María y el aplomo de la Magdalena .
Mientras la luz del sol es eclipsada por la
oscuridad de la luna, podemos dejarnos deslizar hacia estos mundos bajos
como a un baño
cálido, fragante y acogedor que nos invita a relajarnos, soltar y
recibir.
Mientras los cuerpos celestes se
alinean para marcar este punto en el tiempo, la Lilith de la Luna Negra se
asocia con Júpiter en Leo, un matrimonio de luz y oscuridad que da nacimiento a
lo completo. No podemos tener una sin la otra, y sin embargo tantas veces
nuestro mayor impedimento para vivir plenamente y sin malicia, es el miedo de lo
que pueda surgir de la oscuridad si lo hacemos. Este eclipse nos invita a
soltar el miedo y permitir un conocimiento más profundo de todo lo que somos;
reconocer el poder de nuestras emociones y deseos, la naturaleza misma de
nuestro ser. Nos invita a mirar y escuchar, a sentir en la oscuridad y a
reclamar lo que allí descubrimos como nuestro y
propio, no a echarlo como a un intruso metiéndose en nuestra paz y
pureza. La oscuridad no destruye a la luz, la enmarca y le da forma. Así
como el sol es
eclipsado cuando las condiciones son las apropiadas, así nosotros nos apartamos
de la luz para mirar dentro de la sombra. Si lo hacemos, cuando la luz regrese
veremos qué hay allí, con ojos nuevos y corazón valiente, sabiendo que luz y
oscuridad, correcto e incorrecto, bueno y malo, eventualmente se funden en uno
que es todos ellos y ninguno, más allá de las palabras que puedan testimoniarlo
y de una mente que lo pueda comprender.
Sarah
Varcas
© Sarah Varcas 2014. Todos los derechos reservados. Se permite compartir libremente este artículo en su totalidad si se otorga crédito total a la autora, se distribuye libremente y se incluye la URL www.astro-awakenings.co.uk
Difusión: El Manantial del Caduceo - http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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