diumenge, 20 de setembre del 2015

Muerte


COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LA MUERTE 

Por Annie Kagan 

Cuando mi hermano Billy me despertó tres semanas después de su muerte, describiendo lo que estaba pasando en la otra vida, pensé que quizás me había vuelto loca. 
Mi hermano, considerado un chico malo, que murió una muerte trágica, que tuvo problemas con la adicción toda su vida, que no vivía lo que la mayoría de la gente llamaría una vida de éxito, ¿cómo iba a estar compartiendo secretos sobre el misterio más grande de la vida en otra dimensión? Pero a medida que pasaba el tiempo, mi escepticismo se tornó en asombro, acerca de lo que Billy me enseñó sobre la muerte. 

8 COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LA MUERTE: 

1. La primera cosa que sientes es dicha. Tan pronto como tú mueres, eres sacado fuera de tu cuerpo a una cámara de curación. Las luces en esa Sala borran todo el daño físico, mental y emocional que sufriste durante toda tu vida. Así, en menos de un segundo, todo tu dolor se ha ido. 
2. Tú todavía te sientes como ti mismo. A pesar de que no tienes más el cuerpo, todavía te sientes como un individuo. En realidad, te siente más “tú” que cuando estabas vivo. Hay tanta influencia de los demás mientras estás en la tierra, que de alguna manera no puedes ser tú. 
3. La Luz tiene cualidad. En el más allá los rayos de luz tienen cualidades como sabiduría, bondad, compasión e inteligencia. Esta luz hace visible lo que es invisible en la tierra, la Naturaleza Divina de todas las cosas. 
4. El pecado y el castigo son conceptos humanos. Hay un montón de mitos en la tierra acerca de lo que podría esperarte después de que mueras. Cometer errores mientras estás vivo es parte del plan en la tierra. Si tuviéramos que ser perfectos para llegar al llamado Cielo, nadie llegaría allí.
5. Tu vida en la tierra no es un castigo. Claro, hay dolor en la vida, pero no porque hayas hecho nada para merecerlo. El dolor es parte de la experiencia humana, tan natural como la respiración o la vista o la sangre que corre a través de tus venas. 
6. Después de morir, en lugar de un Día del Juicio Hay No-Juicio. Cuando repasas tu vida, ves los caminos que tomaste y los que no. Ves dónde estaba tu genialidad y aquello que podrías haber hecho mejor, pero no hay crítica al respecto. Y a pesar de que podría no tener sentido para tí ahora, después de tu muerte entiendes que tuviste una gran vida, incluso con sus momentos difíciles. 
7. Eres feliz de verte tal cual eres. No te preocupas de cómo eres o luces. No hay pretensiones ni esfuerzos para aparentar de cualquier manera. Sólo irradias, que es algo que sucede sin esfuerzo. 
8. El amor no es el mismo que el que sentimos en la Tierra. No eres amado por lo que haces, por cómo te ves, por lo famoso que eres, o cuánto dinero posees. No hay algo como “hoy se te ama, mañana no”. El amor es verdaderamente incondicional. La mayor diferencia es que en el más allá hay compasión perfecta y no importa cómo hayas vivido, eres amado. 

Sobre la autora: 

Cuando tenía dieciséis años, Annie Kagan cantaba en los clubes de la ciudad de Nueva York. 
Regresó a la universidad y se convirtió en quirópractica en Manhattan. 
A raíz de un encuentro con un maestro espiritual de Oriente, comenzó una práctica de meditación intensa que finalmente la llevó a abandonar su carrera médica y la vida agitada de la ciudad en busca serenidad. 
Se mudó a una pequeña casa en la punta de la bahía de Long Island y volvió a escribir canciones, colaborando con Brian Keane. 
Cuando su hermano Billy murió inesperadamente y empezó a hablar con ella desde el más allá, su futuro dio un giro sorprendente. Ella grabó sus conversaciones con Billy desde el otro lado y las publicó en su libro debut The Afterlife de Billy Fingers. 

Traducido del Inglés por Tahíta desde http://omtimes.com

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