Afirmación
para la activación del Poder Divino
por Jennifer Hoffman
por Jennifer Hoffman
En este ejercicio
voy a compartir una de mis afirmaciones favoritas.
Comencé a
utilizarla hace muchos años y siempre me proporciona una sensación de paz y
bienestar. También me recuerda algunos aspectos importantes de quién soy como
ser humano y a nivel espiritual, y la asociación que existe en entre mi parte
humana y mi parte divina. Considero que éste es nuestro principal propósito
mientras permanecemos embarcados en esta aventura en el planeta
Tierra.
Esta es la
afirmación, y a continuación explicaré sus diferentes
partes:
“Yo
soy divinamente guiado. Yo estoy conectado, estoy seguro y protegido en todos
los sentidos, en todas las cosas.”
Analicémosla
ahora con detenimiento.
“Yo
soy”. No se trata
simplemente del comienzo de una frase. Cada vez que decimos “Yo soy”, se inicia
un movimiento de energía. Por lo tanto, sea lo que sea que digamos a
continuación de “Yo soy”, estaremos iniciando un movimiento en esa área; es
importante que utilicemos esas palabras con
atención.
“Divinamente guiado”. Aquí, el término
“divinidad” se refiere a la totalidad, más que a la sacralidad o a lo sagrado.
No se trata de tener que ser especiales, de tener que estar absolutamente
conectados con la Fuente o entregados a lo sagrado. “Divino”, en realidad,
quiere decir que el centro espiritual se ha activado, de manera que podamos
incluir nuestra divinidad en nuestro yo humano. Así, dejamos de vernos
únicamente como un ser humano que hace, para conectar también con la parte
de nosotros que es
espiritual.
Nuestra guía
divina no nos dice lo que debemos hacer; siempre actúa dentro del marco de
nuestro libre albedrío. Por consiguiente, al decir “divinamente guiado”,
afirmamos que, al avanzar hacia adelante, las intuiciones y mensajes que nos
llegarán serán la combinación de nuestro libre albedrío humano junto con el
aspecto divino que todos llevamos dentro.
“Yo
estoy conectado”. Significa que
siempre existe una conexión entre tú y Dios, la Fuente, o como quieras llamar al
Creador del Universo. Y esa conexión no puede romperse, aunque la ignoremos o no
le prestemos atención alguna; siempre recurriremos a ella en los momentos de
necesidad, cuando queramos pedir ayuda.
Sin embargo, es
mejor que mantengamos esa conexión de manera fluida y continua, para que siempre
podamos recordar que nuestra guía interna se encuentra a nuestra disposición,
que es parte de nosotros y que se activa gracias a esa
conexión.
“Seguro
y protegido”. Cuando nos
mantenemos conectados y recordamos nuestra guía divina, nos sentiremos seguros,
a salvo, y sabremos que alguien cuida de nosotros. De nuevo, nuestra guía divina
siempre respetará nuestra libertad de elección y no actuará sin nuestro
consentimiento: su único propósito es el de ayudarnos durante nuestro
viaje.
También tendremos
protección espiritual si la pedimos y decidimos usarla. Quizá su finalidad no
consista exclusivamente en ocuparse de que jamás nada nos haga daño, aunque sí
puede impedir que nos perjudiquemos a nosotros mismos. Esto no significa que
podamos utilizarla como excusa para hacer cualquier cosa. Más bien se encargará
de que, ante cualquier situación, y ocurra lo que ocurra, dispongamos de las
herramientas y los recursos necesarios que nos ayudarán a encontrar el camino
para salir adelante de la mejor manera posible.
“En
todos los sentidos”. El Universo nunca
juzga; no le importa si necesitas un vaso de agua porque tienes sed o si
necesitas una nueva casa porque necesitas un lugar donde vivir. Olvidamos que,
en un Universo que no juzga, todas las cosas tienen la misma relevancia y son
igualmente importantes.
Por tanto,
recuerda que estás a salvo y estás protegido, que eres guiado y ayudado de todas
las maneras posibles. Eso significa que, cuando te permitas hacer milagros, todo
será posible para tí y que todos los caminos te ayudarán a hacer realidad tus
intenciones y ponerlas a tu alcance.
“En
todas las cosas”. En todas las
cuestiones y aspectos de nuestra existencia. Nada es demasiado mundano o
demasiado importante; la energía que vamos a activar dirigirá toda nuestra
vida, y estaremos seguros de que nuestra intención más elevada siempre se
cumplirá. En todas las cosas
quiere decir en absolutamente todo.
No olvides pedir
guía y dirección, de utilizar todos tus recursos espirituales en cualquier área
de tu cotidianeidad en que te sientas incómodo, tengas dudas o temores. La
energía y las leyes universales lo abarcan todo; nada es demasiado
insignificante y no hay nada que no pueda resolverse desde el plano
espiritual.
Digo esta
afirmación todos los días, cien veces al día. La canto como una canción, me la
repito mi misma para recordarme que soy divinamente guiada, que estoy segura y
protegida en todos los sentidos, en todas las
cosas. Y espero que
vosotros podáis recordarlo también. Gracias.
Derechos de autor © 2015 por
Jennifer Hoffman. Todos los derechos reservados. Pueden citar, copiar, traducir
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