Semillas de Sabiduría de los
Miércoles:
El Amor Triunfa Sobre Trump
por Dana Mrkich - 16 de marzo 2016
Esta
semana quería hablar sobre el surgimiento de Donald Trump en la elección
presidencial de los EE.UU.
No
soy norteamericana pero en mi país como en el resto en el mundo, influyen
decisivamente los Estados Unidos y el liderazgo de ese país. Y aunque un
americano diga que no debo entrometerme en la política americana, el hecho es
que esa política configura la nuestra. Las decisiones del presidente americano
influyen en nuestro gobierno lo cual afecta a nuestro pueblo, entorno y
país.
Y
finalmente vivimos en un mismo mundo. Todos afectamos el mundo que nos rodea y
así cuando uno de nosotros afecta a millones de personas, hay un efecto dominó
hacia fuera y en ese caso especialmente, un líder tiene una responsabilidad de
ser consciente del tipo de efecto dominó que él o ella emite.
Muchos
estamos entristecidos, molestos y asombrados con la plataforma de David Trump
sobre el racismo, el sexo, incitación al odio, la violencia y el temor. Todavía
más desconcertante es la cantidad de gente que lo sigue, y la intensidad de la
energía a que ellos responden y expresan. Es verdaderamente importante
reconocer que Trump no podría hacer esto si no fuese por la enorme cantidad de
personas que remontan esa ola que lo hace avanzar a él.
Este
no es un hombre solitario y loco gritando en un bosque vacío.
Esta
es una energía que atrae a millones de seguidores. Es una energía que ha
encontrado un hombre que la represente. Y así tenemos que preguntarnos, de qué
se trata.
Qué
es esta energía y qué significado tiene en un mundo que se supone esté
evolucionando.
Qué
a hecho hasta ahora esta energía. Ha encendido la pasión como nada anterior.
Cualquier división en el país en los años de Bush se puede considerar una pelea
callejera comparada con esto que tiene el potencial de explotar
independientemente del resultado. Por una parte Trump representa todo aquello
a partir de lo cual evolucionamos, representando una energía muy densa y vieja
que lucha por mantener el control. Esta energía se alimenta en el temor. Esta
energía ama dominar y tener el poder sobre otros.
El
surgimiento de Trump tiene menos que ver con el hombre en sí mismo y todo con
respecto a la energía que él permite que lo use como representante. Esta
energía responde a lo qué es como amenazador para su existencia y esto es el
surgimiento de la conciencia, el surgimiento del despertar, de humanos
conscientes, de personas que hacen el bien en el mundo y que están hartos de la
corrupción y la injusticia prevalecientes ahora en el mundo.
La
energía de la conciencia ha hecho mucho para despertar a la gente en los
últimos años, ¿pero no es interesante cómo nada les despierta tan rápidamente
como sentir que están a punto de perder algo? Le puedo pedir repetir a mi hijo
de 4 años que recoja sus juguetes, a veces me ignora o me dice que no, o dice
sí pero no lo hace. Si le digo, “bien voy a regalar tus juguetes mañana” guao,
vean como entra en acción. La sala quedará
ordenada en segundos. Qué milagro.
Y
de igual forma tan destructivo como sea el movimiento de Trump hay esta otra
cara de su efecto dominó que es la de millones de personas que no les interesa
lo que esté sucediendo. Y sea que esto signifique que ellos estén votando por
vez primera, o enviando amor o siendo cada vez más fuertes y claros en sí
mismos respecto al país y al mundo en que quieren vivir y entregarle a sus
hijos, ¡ciertamente esto le ha prendido fuego a muchas sentaderas!
Pienso
que hay mucha gente que entiende que todo nuestro Sistema político es corrupto
y que ya no funciona. Esto es cierto en el caso de todos los viejos sistemas y
estructuras en el mundo. Los nuevos se están pensando, creando e implementando
ahora y es mi creencia que terminaremos viviendo en un mundo nuevo solamente
porque el viejo ya no es sostenible. No podemos seguir destruyéndonos unos a
otros y esperar que la humanidad sobreviva en el planeta.
Así
que al presenciar este espectáculo loco en sus momentos de pensar “oh Dios este
mundo es una pesadilla” recuerden esto: lo que escuchamos, el odio, la
violencia, han estado presentes durante mucho tiempo.
Estos
tiempos siempre serían de revelaciones: levantando la alfombra y viendo
la verdad escondida debajo. Eso incluye la verdad en nosotros, la verdad en los
demás, las verdades en los sistemas que dirigen el planeta, las grandes
verdades de quienes somos realmente, de dónde venimos y por qué estamos aquí.
Levantar la alfombra siempre se supo que era un proceso sucio y feo, así como
también una enseñanza respecto a nuestras vulnerabilidades, confrontándonos con
elecciones, apelando a que asumiéramos una posición y un camino alineado con
nuestro corazón y alma. No nuestro ego.
Escuchamos
hablar de que nuestra evolución es avanzar hacia un tiempo de unicidad y
unidad, pero la etapa anterior es de una intensificación de nuestra dualidad
porque en ese lugar de unicidad no podemos albergar el concepto “del otro”. No
hay “otro”. Reconocemos que somos la misma energía. No podemos albergar energía
densa y baja porque la propia naturaleza de la energía densa e inferior –
resentimiento, odio, negación – no pueden existir en una vibración basada en la
unidad y el amor. Y así estas cosas dentro de nosotros tienen que ser
resaltadas para transformarlas o liberarlas. Hemos experimentado esto
personalmente en nuestras vidas, y estamos viéndolo ahora en el ámbito
mundial.
La
energía de Trump puede ser más escandalosa, pero los números de los que
despiertan, están conscientes y son guiados por el amor son más fuertes.
Nuestra fortaleza radica en la continuación del crecimiento de nuestra luz
desde el interior por todo lo que pensamos y hacemos. Convertir la conciencia
en una expresión tangible, viviente de sí misma, en lugar de ser un concepto
etéreo. Nuestra debilidad radica en el hecho de que la energía más agresiva en
el planeta siempre ha tendido a ganar y dominar. Y cuando nuestra energía
innata no es agresiva podemos haber experimentado “nuestra luz” como pasiva,
inefectiva y ociosa. Pero ¿quién dice que la luz tiene que ser pasiva,
inefectiva y ociosa?
Ustedes
pueden expresar y encarnar esa luz de la forma que elijan. Pueden pedir en su
interior ser guiados y ayudados a hacerla brillar de la forma más efectiva,
poderosa y positivamente apasionada posible.
Finalmente,
esta no es una gigantesca lucha entre ‘nosotros’ y ‘ellos’. Es un despliegue
vívido de los extremos de nuestra naturaleza inferior, luchando contra nuestra
naturaleza superior emergente. Todos tenemos algo de ambas, en mayor o menor
grado. Si se sienten agitados díganse:
Elijo
el amor, elijo el amor, elijo el amor.
Esto
los regresará a su centro desde donde pueden ser quienes son en la forma más
efectiva y poderosa posible.
©
Dana Mrkich 2016. Se permite compartir este artículo gratuitamente siempre que
se acredite la autora y se incluya la
URL www.danamrkich.com Traducción: Fara González - Difusión: El Manantial del Caduceo en la Era del Ahora
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm
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