Terminaciones y Comienzos de Ciclos
Por
Jennifer Hoffman - 16 de Marzo 2016
Estamos tentados a buscar el final de cada experiencia,
especialmente si ésta ha sido desafiante, como lo ha sido para muchos. Pero
también pensamos que “al final” habrá un fin a la lucha y al caos y puede
haberlo, solamente si convertimos el “final” de un ciclo en un nuevo comienzo y
elevamos la energía que utilizamos para crear nuestra realidad. Es un poco como
terminar una carrera para comenzar otra pero con cada nueva carrera obtenemos
un modo de transportación nuevo. Así que si su primera carrera es a pie, para
la segunda tenemos una bicicleta y la tercera es en auto. Eventualmente,
llegamos al auto de sport súper rápido en el cual podemos avanzar mucho más
pero todavía seguimos dando vueltas a la pista de finales y comienzos,
lecciones y aprendizajes al avanzar de la sanación a la totalidad a la
congruencia.
Si miramos nuestras vidas en el espectro total de todo lo vivido,
podemos ver todo el progreso que hemos hecho en nuestro viaje de experiencia
espiritual. Entonces toda la sanación que hemos logrado está clara y nuestra
experiencia tiene sentido, propósito y entendemos su significado. Pero si
miramos solamente esta vida entonces todo lo que vemos es lucha y pensamos que
estamos avanzando a gatas cuando realmente estamos dando vueltas a la pista con
mayor rapidez. La razón por la cual nos sentimos así es que pensamos que al
final del viaje de experiencia es el momento en el que vamos a parar y entonces
nos desalentamos, frustramos y desilusionamos cuando vemos que no hay final. Lo
hay, pero diferente a lo que pensamos.
Cada experiencia de sanación termina con un evento iluminado –
cuando entendemos la lección y elegimos un sendero diferente. Eso termina un
ciclo y nos lleva exactamente al próximo donde nos graduamos hacia nuestra
bicicleta para darle de nuevo vueltas a la pista. O podemos ir directamente a
un auto de carreras, pero todavía tenemos que continuar en la espiral evolutiva
con esa lección. Y podemos dar vueltas en una pista diferente, disfrutando del
entorno, encontrando nuevas bendiciones por el camino, es todo parte de
nuestros ciclos diferentes. Para disfrutar de la experiencia tenemos que ser
perceptivos, que no se trata de llegar rápidamente al destino, es lo que
hacemos durante ese viaje de experiencia lo que es importante y lo que
determina nuestro nivel de sanación y de eventual culminación de ese
ciclo.
Como dice el dicho “todos los caminos llevan a Roma”, y todas las
experiencias llevan primero a la sanación, entonces a la totalidad, y luego a
la congruencia pero todavía estamos completando terminaciones y comienzos
porque ese es el propósito de nuestra experiencia aquí. Y podemos ir con
rapidez o lentamente, elegir el sendero duro, rocoso o la hermosa ruta
escénica.
Una vez que entendemos que la vida es el viaje de experiencia y
por tanto dejamos de buscar su final, podemos encontrar la belleza en cada
aspecto del viaje y comenzamos a disfrutarlo (que es el sentido del mismo).
Entonces vemos que las terminaciones y comienzos de todos nuestros ciclos son
meramente puntos de graduación al avanzar de la sanación a la totalidad a la
congruencia y comenzamos a colocar señales de parada y de bendición a lo largo
del recorrido para poder verdaderamente relajarnos, disfrutar y dejar de
preocuparnos por cuando llegaremos “allí”. Escojan la ruta mejor para que
puedan disfrutar del viaje y verán que anticiparán los nuevos comienzos porque
entonces sabrán que han llegado al final de un ciclo, podrán apreciar lo
aprendido y estarán listos para disfrutar una nueva fase de su sendero de vida.
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